Embarazo, Suelo Pélvico

Si estás embarazada y te encuentras en el último trimestre seguro que sabes que es muy importante el MASAJE PERINEAL para llegar al momento del parto con el suelo pélvico elástico y flexible. ¿Pero sabes que también es muy importante entrenar los pujos? Hoy os vamos a explicar cómo hacerlo.



¿Qué son los pujos?

Cómo sabéis en el parto hay diferentes etapas:

  1. Pródromos: Antes del parto puedes tener las contracciones de Braxton Hicks, son inconstantes e irregulares, y ceden con el descanso y los cambios de posición.

  2. Parto activo: Se considera que comienza cuando el cuello uterino está dilatado de 2-4cm, las contracciones son regulares, tienen lugar cada 3-5min y son intensas.

  3. Período de dilatación: Continúan las contracciones de forma rítmica, es la etapa más larga del parto. Finaliza cuando el diámetro del cuello uterino llega a 10cm.

  4. Expulsivo: En esta fase, el bebé va descendiendo y acomodándose al canal del parto hasta que la cabeza empieza a asomar, puedes notar la presión de la cabeza hacia el recto. Se desencadena el reflejo de pujo o reflejo de expulsión, es el impulso involuntario de empujar por la compresión de la cabeza del bebé sobre tu suelo pélvico.

  5. Alumbramiento y corte del cordón umbilical: Continúan las contracciones que permitirán la salida de la placenta, que estaba anclada al útero.


¿Cómo son los pujos?

Los pujos pueden ser dirigidos o espontáneos


Pujos espontáneos


Son los pujos que realiza la mujer cuando siente la necesidad imperiosa de empujar, suelen ser cortos de 5-6s y enérgicos. Se realizan en la espiración (soltando aire), y pueden ir acompañados de gemidos. Por cada contracción se realizan de 3-5 empujes.


Pujos dirigidos


El ginecólog@ o matron@ te indicará cuando debes empujar, son más sostenidos en el tiempo (10-20s) y se repiten durante toda la contracción.


Pujo dirigido en valsava


La sensación imperiosa de empujar puede estar anulada por la anestesia epidural, el personal sanitario te dirigirá para que sepas cuando debes realizar los pujos.


El pujo dirigido muchas veces es guiado con la maniobra de valsalva, es decir que cojas aire profundamente y sin soltarlo realices fuerza como si tuviese ganas de defecar. Incluso a veces te dirán que tires de las agarraderas y levantes la cabeza para “hacer más fuerza”.


Esta maniobra es más lesiva, ya que empuja el diafragma y las vísceras contra el suelo pélvico.




Entrenamiento de pujos

En nuestra clínica te enseñaremos a realizar un pujo fisiológico. Para ello es fundamental la respiración y aprender a contraer bien el transverso al mismo tiempo que relajas la musculatura del suelo pélvico.


Los pujos debes realizarlos al soltar el aire lentamente por la boca, las contracciones del útero unidas a la activación del transverso facilitarán la salida del bebé. Además, te enseñaremos a relajar el suelo pélvico para prevenir, en medida de lo posible, las episiotomías, desgarros y traumas perineales.



También puedes ayudarte de las agarraderas, de tus rodillas o de tu pareja para realizar un empuje que favorezca la activación del transverso.


A veces, a pesar del entrenamiento puede ser que, el personal sanitario considere que debes realizar el pujo dirigido en valsava. Si es así no te preocupes, el entrenamiento te vendrá bien para poder llegar en un estado físico óptimo para el parto, saber cómo activar tu transverso y relajar tu suelo pélvico.

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Embarazo, Suelo Pélvico, Técnicas

Si estás embarazada seguro que has escuchado hablar del MASAJE PERINEAL, hoy te explicaremos porque es tan importante y cómo hacerlo en casa.



¿Qué es el periné o suelo pélvico?

El conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad pélvica en su parte inferior, tapizando la parte inferior de la pelvis. Tiene forma de rombo, y está limitado por la sínfisis púbica, el coxis y los isquiones.



Embarazo y suelo pélvico

El aumento de peso y los cambios hormonales generan laxitud en esta musculatura, esto puede conllevar a padecer disfunciones como prolapsos o incontinencia urinaria de esfuerzo. Un suelo pélvico tonificado y elástico, que no hipertónico, previene estas disfunciones. Además, te ayudará en el momento del parto y facilitará la recuperación postparto.



¿Para que sirve el masaje perineal?

El objetivo principal es flexibilizar los tejidos, para reducir en medida de lo posible desgarros, traumatismos perineales y episiotomías durante el expulsivo. También es un buen entrenamiento para familiarizarte con la sensación de presión y estiramiento que volverás a sentir durante el parto.


Es muy importante tomar conciencia de tu suelo pélvico durante el embarazo, es fundamental que sepas que ocurre cuando se contrae y cuando se RELAJA. Esto te ayudará a que en el momento del parto sepas como funciona tu musculatura y tu periné.


Recordamos que la episiotomía, es una incisión quirúrgica en el periné que amplia el canal del parto para facilitar el paso del feto. Sólo se recomienda en ciertos casos:

  1. El hombro de tu bebé está encajado detrás de tu hueso pélvico.

  2. Tu bebé tiene un patrón de frecuencia cardíaca anormal durante el parto.

  3. Necesitas un parto vaginal instrumentado (con fórceps o ventosa).

Siempre será el/la profesional que se encargue del parto quién decida en todo momento.


En el caso de que sea necesario realizar una episiotomía, actualmente las matronas o ginecólogos se preocupan mucho por el suelo pélvico, así que debes estar tranquila y confiar en los profesionales que te atiendan en ese momento.



¿Cuándo se puede empezar?

Los diferentes estudios nos indican que se debe empezar a realizar a partir de la semana 32-34 de embarazo. Cuando tú te encuentres cómoda a partir de la semana 32 puedes empezar a hacerlo.



¿Cuántas veces?

Hay diferentes opiniones al respecto, nuestra recomendación es empezar a realizarlo tres veces a la semana unos 5min, y poco a poco ir progresando hasta realizarlo todos los días unos 10 min.



¿Es doloroso?

NO, no debe ser doloroso. Puede ser que las primeras sesiones notes alguna molestia que irá desapareciendo con el paso de los días y el aumento de elasticidad.


Si te causa dolor, te aconsejamos que antes de continuar consultes con un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico.



Pautas previas al masaje
  1. Puedes realizártelo tú misma, pedírselo a tu pareja o si no te encuentras cómoda y tienes molestias pedirle ayuda a un fisioterapeuta especialista:
    1. Si te lo realizas a ti misma utiliza los pulgares.

    2. Si te lo realiza tu pareja te recomendamos que utilice del 2º y 3º dedo (índice y corazón).

  2. Tanto si lo realizas tú o tu pareja, es fundamental que te encuentres cómoda, de cuclillas, semitumbada, con una pierna encima de una silla, etc.

  3. Recomendamos que os toméis tiempo para coger un espejo y ver como es vuestro suelo pélvico. ¿Qué ocurre cuando lo contraéis? ¿Y cuándo lo relajáis?
    1. ¿Cómo se contrae? La forma más fácil suele ser imaginando que estás en el baño y quieres cortar el chorrito de orina, o cuando tienes ganar de echar un gas y te encuentras en un sitio público o también puedes imaginar que tienes un tampón muy lleno y debes retenerlo hasta llegar al WC.

  4. Tomaros vuestro tiempo antes de empezar para relajaros, realizar respiraciones diafragmáticas, poneros música, etc

     


  5. Antes de empezar lávate bien las manos con agua y jabón, es importante que tengas las uñas bien cortitas y limadas para no hacerte daño.

  6. La vejiga debe estar vacía.

  7. Actualmente existen productos específicos para realizar este masaje. Puedes realizarlo con un lubricante de base acuosa para la zona interna y con un aceite vegetal para la zona externa.

  8. Previamente puedes darte un baño o colocar una compresa de agua caliente en la zona para que los tejidos estén más receptivos.


Contraindicaciones
  1. Infección de orina

  2. Infección de vagina

  3. Varices vulvares

  4. Amenaza de parto prematuro

  5. Cualquier otra complicación en el embarazo, te recomendamos que consultes con tu ginecóloga/matrona o fisioterapeuta.


Pasos del masaje

Os dejamos esta imagen para que os hagáis una idea de la zona que debemos trabajar con este masaje, nos imaginamos que la vagina es como un reloj




Zona externa
  1. Hidratamos todas la zona. Vamos tomando contacto realizando círculos por encima de los labios mayores, labios inferiores, etc.

  2. Cogemos nuestros labios mayores entre el pulgar y el índice y realizamos un estiramiento hacia fuera y hacia abajo.

  3. Tocamos el núcleo central o fibroso, el espacio que hay entre la vagina y el ano. Siente como está este tejido, ¿Notas mucha tensión o poca? ¿Está duro o blando? ¿Cuándo lo presionas molesta? Esto va a darnos información de cómo se encuentra nuestra musculatura.


Zona interna
  1. Lubrica la zona de entrada o introito de la vagina.

  2. Introducimos un poco el dedo pulgar con un poco de lubricante acuoso unos 3-4 cm y hacemos presión hacia el ano. Aguantamos la presión hasta notemos que los tejidos ceden, unos 90s.


  3. Cuando la zona del periné esté más relajada introducimos el otro pulgar, realizamos pases hacia los laterales. Imagina que tu vagina es un reloj, el punto de partida de tus dedos deben ser las 06. Tienes que realizar pases con un pulgar desde las 06 a las 09, y con el otro dedo de 06 a 03. Si en algún punto notas quemazón o mucha tensión, puedes aguantar la presión en ese punto 90s.


  4. Vuelve con los dedos a las 06, una vez ahí, repite la presión en el periné en dirección hacia el ano. Aguanta 90s la presión.


  5. Coge esta zona con el dedo pulgar y los opuestos como si el pulgar fuese un gancho, realizando un gancho. Realiza un movimiento de vaivén durante 3-4 minutos. Durante el masaje, mantente siempre de 09 a 03 en nuestro reloj imaginario, nunca subas por encima porque debemos evitar la uretra para evitar infecciones. Aprovecha el masaje, cuando estés trabajando la zona interna y tengas los dedos en gancho prueba a realizar una contracción del suelo pélvico y nota como se siente, esto también te puede servir de entrenamiento nota como se contrae, pero también como se relaja.



Esperamos que os sirva esta explicación del masaje perineal, y como siempre os recordamos que si tenéis alguna duda o queréis hacernos alguna consulta sin compromiso estamos disponibles tanto por aquí, como en redes sociales, correo electrónico o en nuestro número móvil 635200007

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Embarazo, Suelo Pélvico

¡Hola de nuevo! Si ya te has pasado por este blog en otras ocasiones, queremos agradecerte que sigas por aquí. Y si eres nuev@, entonces te damos la bienvenida y esperamos que encuentres contenido de tu interés.


Hoy vamos a hablar de un tema muy importante a tener en cuenta en el embarazo, y es acerca de los cambios que se producen en nuestro cuerpo en el momento de quedarnos embarazadas y en los meses posteriores. De esta forma, podremos prevenirlos y/o afrontarlos de la mejor forma posible.


Así que, tanto si estás en periodo gestacional como si estás pensando en quedarte embarazada, o si simplemente te interesa este tema, quédate con nosotras un ratito más y descubre qué pasa en nuestro cuerpo en un momento tan importante para tantas mujeres.


Antes de seguir, solo queremos hacer una aclaración y es que los cambios que vamos a mencionar a continuación son fisiológicos, es decir, son derivados del propio embarazo; pero esto no significa que por estar embarazada tengas que apreciar todos ellos, ni que estos conlleven consecuencias negativas necesariamente. De todas formas, ante la duda, siempre aconsejamos acudir a tu ginecólogo o personal sanitario con formación específica en este tema, para que te puedan ayudar.



Revolución hormonal

Dicho esto, el primer cambio del que vamos a hablar y uno de los más conocidos son los cambios hormonales que se producen en la mujer. En fisioterapia, uno de los que más nos interesa es el aumento de la relaxina. Esta hormona es la “culpable” de que se aumente la flexibilidad articular de todo el cuerpo, tan necesario a la hora del parto para que la pelvis pueda dejar paso a nuestro bebé; pero que también puede producir molestias y lesiones si no se tiene un poco de cuidado. Por este motivo, siempre insistimos en que el ejercicio realizado durante esta etapa debe estar adaptado y ser lo más individualizado posible.


Otras hormonas que también aumentan su producción son la progesterona y los estrógenos. Como dato curioso, decir que debido a los cambios hormonales, las mujeres embarazadas desarrollan mucho el sentido del olfato, ¿sabíais que era por esto?



Postura

Otro cambio muy evidente y que también tenemos muy en cuenta en el campo de la fisioterapia, es la modificación de la postura. El aumento de peso hace que el centro de gravedad se desplace hacia delante, lo que conlleva una serie de alteraciones posturales. Seguro que te das cuenta de que casi todas las embarazadas tienen una postura característica: mucha lordosis lumbar, anteversión pélvica (la pelvis se inclina hacia delante), rodillas hacia dentro… otras alteraciones posturales son la pronación de pies, lo que suele provocar dolor en los talones al estar mucho tiempo de pie, para evitarlo lo mejor es usar zapatos con unos 2 cm de tacón; y lo que se conoce como marcha de ganso (pasitos cortos y pies separados).


Todo esto puede tener repercusiones y los fisioterapeutas que trabajamos con embarazadas debemos valorarlo.


Por ejemplo, la lordosis lumbar y la anteversión pélvica pueden dar lugar a dolores en estas zonas (los profesionales sanitarios debemos diferenciar si el dolor es lumbar o pélvico), mientras que la rotación externa del fémur, que se produce para aumentar la base de sustentación y así mantener el equilibrio, puede provocar sobrecarga en glúteos y en piramidal, llegando incluso a producir una falsa ciática.




Faja abdominal

Debido al propio crecimiento de la barriga, se produce una diástasis abdominal (separación de los rectos del abdomen). Esto ocurre en todas las embarazadas, lo que debemos hacer es tenerla presente para que en el postparto vuelva a la situación de normalidad.



Además, hay un desajuste en la activación muscular de la faja abdominal, por lo que es muy interesante el trabajo de control motor, propiocepción y activación del transverso del abdomen durante estos meses.



Suelo pélvico

Uno de los grandes afectados durante el embarazo es el suelo pélvico, y por esto, entre otras cosas, se hace tan necesario el trabajo de preparación antes del parto. Aunque no vamos a entrar en muchos detalles porque esto da para una entrada exclusiva hablando de este tema, sí que tenemos que resaltar que nuestro suelo pélvico tiene una función muy importante de soporte de las vísceras de la cavidad pélvica. Durante el embarazo, la presión sobre el suelo pélvico aumenta mucho con el peso del bebé y la placenta, lo que puede hacer que se debilite. De ahí que ésta sea una de las zonas que más controlamos en las clases de ejercicio terapéutico en el embarazo y en el postparto.


Si estás embarazada, te animamos a que te informes sobre esta parte de tu cuerpo y aprendas a identificarla. Nosotras iremos colgando más información relacionada con este tema, tanto aquí en el blog, como en nuestras redes sociales.



Piel

¿Y qué decir de las temidas estrías? Pues que es un tema muy hereditario y salen más en las pieles claras que en las oscuras. Para evitarlas, lo mejor es mantener muy bien hidratada la piel, sobre todo en barriga, pecho y caderas y no aumentar de forma brusca de peso. Por lo general se recomienda aumentar 1 kilo cada mes de embarazo (si te pasas mucho, seguro que tu matrona o ginecólogo se encargan de darte el aviso!).


Siguiendo con la piel, también es conocido el hecho de que no se aconseja a las mujeres en fase de gestación la exposición prolongada al sol. ¿Y eso por qué? Pues porque pueden aparecer manchitas en la piel, sobre todo en la zona de la cara y el escote. Estas manchitas se denominan cloasmas y tras el parto pueden permanecer, atenuarse o llegar a desaparecer. Para evitarlas te recomendamos que uses protección solar alta aunque no vayas a tomar el sol y evita ponerte en las horas que más quema.



Pecho

Por otra parte, las mamas tampoco van a estar exentas de cambios, ya que durante el embarazo empiezan a prepararse para la futura lactancia: aumenta el número de conductos mamarios, las areolas se oscurecen y aparecen unos pequeños bultitos que no son más que las glándulas sebáceas que aumentan de tamaño, ya que se van a encargar de producir un líquido para mantener hidratado el pezón durante la lactancia.



Circulación

En cuanto al sistema circulatorio, tendremos un aumento de volumen de la sangre, provocando que aumente también el trabajo cardíaco. En este periodo habrá que tener muy controlada la tensión arterial para evitar tanto la hipertensión como las bajadas de tensión. También es frecuente la aparición de varices o el empeoramiento de las existentes.




Respiración

La respiración, por su parte, se vuelve más superficial y se realiza más en los niveles costales superiores, no tanto en abdomen. Este será un buen momento para hacer ejercicios de respiración y relajación en un ambiente tranquilo, ayudándonos a desconectar un rato del ajetreo del día a día.


En cuanto a los aspectos “menos bonitos” del embarazo podemos destacar: acné, caída del cabello (aunque a veces lo que se nota es precisamente que crece más rápido de lo normal), aumento de vello corporal, edema en piernas, depósitos de grasa que habrá que quemar en el postparto, acidez de estómago, estreñimiento, etc.


¡Pero que no cunda el pánico! Sé que después de leer todas estas alteraciones parece que todo es malo en el embarazo, ¡pero nada más lejos de la realidad! Recuerda que estos signos y síntomas no tienen por qué darse todos juntos en la misma persona. Igual que no hay dos cuerpos iguales, no hay dos embarazos idénticos y a cada una nos “altera” de forma diferente. Por eso, si tienes alguna duda sobre algún síntoma que tengas o no sabes si es algo normal o no, lo mejor es que acudas a un especialista para que valore tu caso concreto.


¿Conocías todos estos cambios? ¿Se te ocurre alguno más que no hayamos mencionado? Esperamos que te haya resultado entretenida esta entrada. ¡Nos vemos pronto con nuevos temas! Si no quieres perderte las entradas que subamos sobre suelo pélvico, embarazo, maternidad, etc. Te invitamos a que nos sigas en redes sociales.

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Embarazo, Suelo Pélvico

Nos hace mucha ilusión abrir esta nueva sección del blog, donde iremos publicando variedad de temas sobre el embarazo y la maternidad.

Vamos a inaugurar la sección con una entrada hablando del ejercicio terapéutico en el embarazo, coincidiendo con la apertura de grupos en nuestra clínica.



Hoy en día, son muchas las mujeres que acuden a clases de preparación al parto, a fisioterapia o a grupos de ejercicio para embarazadas. ¿Quieres saber qué es realmente el ejercicio terapéutico para embarazadas? ¿En qué consiste y cuándo se puede hacer? Entonces sigue leyendo este post y te lo contamos.



Lo primero que queremos aclarar es que nosotras vamos a hablar siempre de ejercicio terapéutico (sea en el embarazo, en el postparto o en cualquier otro ámbito), ya que es el que nosotras, como fisioterapeutas, llevamos a cabo en nuestra clínica. De forma muy resumida y sin entrar en detalles, la diferencia está en que nuestro objetivo es prevenir y/o mejorar patologías o lesiones; es decir, siempre tiene un enfoque desde el ámbito de la salud, teniendo en cuenta las posibles contraindicaciones y adaptando el ejercicio a la postura, biomecánica, lesión, dolencia, etc. que presente cada paciente.



Volviendo al embarazo, cada vez hay más estudios que desmienten que las mujeres embarazadas deben evitar el ejercicio físico porque podría poner en riesgo al bebé. Pues bien, hoy sabemos que esto no es así en absoluto, y de hecho es más que recomendable que las mujeres en fase de gestación mantengan una vida activa, siempre y cuando no haya alguna contraindicación para ello.



Y de eso trata precisamente el ejercicio terapéutico para embarazadas. Su objetivo principal es mantener el cuerpo en las mejores condiciones posibles en un momento en el que está pasando por tantos cambios. Además, busca la preparación de los diferentes tejidos para el momento del parto, y así evitar posibles complicaciones o secuelas. Otro punto muy importante en estos grupos es la corrección postural y la flexibilización de las diferentes articulaciones y músculos, siempre con cuidado ya que en esta etapa la laxitud está aumentada.



¿Y cómo se consigue esto?

En Dinámica fisioterapia hemos reunido nuestros conocimientos en anatomía, en diferentes métodos de entrenamiento y en técnicas músculo-esqueléticas para desarrollar un programa completo de ejercicio terapéutico en el embarazo. A lo largo de las sesiones iremos trabajando diferentes aspectos para que el embarazo y el parto se lleven de la mejor manera posible.



¿Cómo lo hacemos?
  1. Valoración inicial de cada paciente, para saber que necesita cada miembro del grupo.
  2. Clases de 1h, puedes escoger entre 1 o 2 sesiones/semana.
  3. Grupos reducidos (máximo 5 personas).
  4. Ejercicios individualizados y controlados en todo momento por una fisioterapeuta.

Estructura de las clases:

  1. Calentamiento.
  2. Ejercicios de fuerza, dando especial importancia al transverso y suelo pélvico.
  3. Ejercicios de flexibilidad y movilidad articular, importantes para favorecer la colocación del bebé para el parto, así como para preparar a nuestro cuerpo para ese momento.
  4. Ejercicios posturales, que incluyen ejercicios de pilates terapéutico.
  5. Estiramientos y técnicas de relajación.



¿Cuándo puedo empezar?

Debido a que se trata de un programa preventivo, éste se debería empezar cuanto antes, pasados los 3 primeros meses, que son los de mayor riesgo para el embrión. Por lo general, se suele empezar a realizar este tipo de ejercicio entre la semana 14 y la 16 de gestación, momento en el cual, el feto ya está desarrollado (aunque siga creciendo) y en el que aún hay tiempo para prevenir el dolor de espalda y otras alteraciones.



¿En qué me va a ayudar?
  1. Mejorar la postura
  2. Prevenir y/o aliviar dolores asociados al embarazo.
  3. Flexibilizar las articulaciones de la pelvis para favorecer su apertura en el parto, tonificar y elastificar el suelo pélvico.
  4. Proporcionar técnicas de relajación y respiración útiles durante el embarazo y el parto.
  5. Compartir tiempo con mujeres que se encuentran el mismo estado que tú y compartir inquietudes y experiencias.



¿Soy candidata para entrar en un grupo?

Este programa, como su nombre indica, va destinado a cualquier mujer que esté esperando un bebé. Como con cualquier método de entrenamiento, existen una serie de contraindicaciones. Lo más importante es que hagas caso a tu ginecólogo si te da reposo por algún motivo.

Si tienes dudas, puedes consultarnos sin problema y te diremos si en tu caso está contraindicado o no.


Ahora ya no hay excusa para no mantener activo tu cuerpo embarazado y, al mismo tiempo, disfrutar del proceso de preparación al parto. Si lo haces, notarás la diferencia, te lo aseguramos.


¡Gracias por leernos! Se avecinan nuevas entradas sobre los cambios que sufre nuestro cuerpo durante el embarazo, posturas para el parto, etc.

Si quieres que desarrollemos más algún tema concreto sobre el embarazo o el parto, puedes dejarnos tus dudas en un comentario o puedes escribirnos un email a [email protected]

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